"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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08-09-2017 |
MORAL Y ESTETICA DEL ILEGALISMO
Asalto al cambio Messina
Me interesaría referirme en esta nota, al libro de María Urruzola, Eleuterio Fernández Huidobro, sin remordimientos, y a las consecuentes polémicas que ha desatado ,creo constatar importantes fisuras en su relato, sin perjuicio de ser resultado de un esfuerzo periodístico e intelectual, valiente y lúcido, que tiene el mérito de desnudar la deshidratación política de la izquierda vernácula y su hipocresía amnésica, haciendo una descripción de entusiasmo, casi entomológico sobre el oportunismo y la traición, que rodea al personaje de marras, entre la estética literaria de Roberto Artl en El juguete rabioso, personificado en Silvio Astier, que delata a su un único amigo, despreciando cualquier resarcimiento material, salvo el regocijo constitutivo de su ruindad, de una construcción de personajes, donde se puede evocar de inmediato a Fouché. (Retrato de un hombre político) de Stefan Zweig .
No hay dudas de que estamos ante una crisis de historicidad profunda,un desgarrón en el cual naufragaron códigos anteriores,a remolque del envilecimiento y la banalizacion política.
Los diferentes estadios civilizatorios, desde Hammurabi, hasta Rousseau,dieron un contexto codificado sobre el bien y el mal, hasta la mafia siciliana, se impuso uno, para sobrevivir y defenderse, es decir, una perspectiva ética de la misma.
Hechando mano a una sencilla comparación binaria, robar un banco es un delito, traicionar a quienes nos depositaron su confianza, no lo es, si se refiere a Bernard Maddof, que con el burdo sistema Ponzi, esquilmó a su propia clase ,cometiendo una traición a sus iguales, y se agenció como un delito punible. En este caso, el delito opera como castigo a la traición, diríamos que es un uso apofantico del derecho penal. Pero no escapa a una mirada conspicua, que su delito, es poseedor de una estética plausible para los pobres, pues robó a otros ladrones, y deleznable para los afectados.
Este no es el caso de lo que procura indagar Maria Urruzola, la crisis de historicidad conspira contra sus intenciones de investigar,paralizada ente dos escollos, a saber, el primero de ellos, los esfuerzos de diversos historiadores,(y no me refiero a los apologistas) no caen en cuenta que, desde el poder político, existe una persistente voluntad de ocultamiento de las ilegalidades recientes, porque los involucra,los conocen sus anteriores enemigos y fueron negociados, por eso vivimos en una sociedad constitutivamente impune,
Eso explica el ” lapsus linguæ Freudiano de Mujica, la mala jugada de su inconsciente,al decir, ante la búsqueda de verdad y de justicia, ” que todo esto se acabara (la impunidad), cuando estemos todos muertos” eso determina que la sentencia irónica de Milan Kundera en la broma, sea , articulable,con la de Mujica “La realidad es precisamente todo lo contrario:todo será olvidado y nada será reparado. El papel de la reparación(de la venganza y del perdón) lo lleva a cabo el olvido. Nadie reparará las injusticias que se cometieron, pero todas las injusticias serán olvidadas”.
Resulta claro, que a Mujica y sus adláteres, esta indagatoria los tenga sin cuidado en el plano ético, y mucho menos,en las consecuencias de punibilidad, pero si temen que resulte lesionada la estética que el se ha fabricado mediaticamente para obtener votos y adulancias.
Todas las declaraciones resultan patéticas, las del oficialismo, que no refieren
los hechos, hechando mano a una panoplia de disgresiones, Agazzi,que ni siquiera leyó la solapa del libro, juzga sus abyectas intenciones,por haber sido publicado en Editorial Planeta,extremo que mueve a risa,haciendo un relevamiento de 93 titulos editados por Planeta, desfilan desde Pedro Kropotkin, Ernesto Guevara, Enrique Gorriarán y Doña Petrona de Gandulfo. desfilan en su indice
Un intelectual de moda, de prodigioso autobombo,que dice no haber leido el libro, y aprovecha para hablar de si mismo, y de encuentros con otros intelectuales de prosapia,y un “auto abombado”, que recuerda pegatinas y engrudos adolescentes, que tampoco lo leyó.
Hasta la crematistica “cañologa” del ex Inspector Vica, tiene lugar, para hacer especulaciones de quien asaltó a quien, y que casilleros están vacíos, en su indagatoria ordálica.
!Que decir del segundo escollo entonces!! ,quienes tuvimos en suerte de participar en experiencias análogas, sabemos lo que parece ignorar ,Federico Leicht,que sin juzgar sus intenciones, investiga ad hoc,para una comisión parlamentaria,constituida por canallitas blanqui-colorados de vieja data, que en el mejor de los casos, lo canjearán a el, por algún rédito político electoral,por demás improbable, porque aquí “nadie irá en cana”, codigo de hierro traicionado por las visceras, Glosando a Marx en su carta a Schweitzer, “ se pierde indefectiblemente ese tacto moral que siempre preservó a un Rousseau, por ejemplo, de todo compromiso, siquiera fuese aparente, con los poderes existentes.”
Hay una dimensión que pierde visibilidad en el material empírico de Urruzola ,y creo reconocer, cierto apresuramiento en la exposición del mismo, que tiende a “cobrar y darse el vuelto” para buscar estatuto inapelable a algunas hipótesis débiles, producto de las propias fuentes, o jurisprudencia, que sustancia muchas de sus afirmaciones, o hipótesis, y amenaza a depreciar su acertada reflexión original, a saber, el abordaje del ilegalismo de entonces, con afirmaciones fantasiosas de más de veinte millones de dólares recaudados en expropiaciones, y algunas hipótesis sobre hechos tan poco idóneos, como trágicos en su ejecución de la denominada mediáticamente” mega, o súper banda”, que recuerdan, siendo piadoso con sus desatinos, más al periplo de la banda Bonnot y sus desaciertos trágicos, durante la belle epoque parisina de comienzos del siglo veinte.
Quien garabatea esta nota, ausente de forma unánime, de talento periodístico, o literario, tiene el sospechoso privilegio de haber incursionado en mas operaciones de este tipo, que la disputa por el decanato que los tradicionales rivales del fútbol vernáculo, durante casi dos décadas, con diferentes suertes sin hacerse responsable siquiera de su nombre ,pasando por la zozobra de cárceles varias, habiendo navegado con patente de corso, bandera de filibustero y otros sincretismos, aunque que dichas banderas ya no representen nada , porque pueden ondear en cualquier viento, glosando a don Atahualpa, siendo parte de este periplo, en algunos casos, opaco y olvidable,” el rodar no será ciencia, pero tampoco es pecado” , y siendo hoy, a los 64 años, obrero de la construcción .
Creo que en el relato, se pierden dos dimensiones, la sobriedad y la rigurosidad, por un lado, y la dimensión moral, reemplazada, a duras penas, por una valoración estética y positivista sobre la ilegalidad, proscripta en “democracia” sustentada sobre compromisos políticos que la descalificaban, y la imagen especular más vergonzosa desde el oficialilasmo, que sencillamente, niega con pánico, a través de intermediarios lamentables, el acicateo que dio al ilegalismo, durante la transición a partido de gobierno.
Extremo que no conmueve a quien escribe esta nota, son viejas formas de acumulación originaria para hacer política, así nació el MLN Tupamaros.
Tacto moral, que aparece solamente, de manera sobria, en la reflexión consecuente, de Mario Rossi, en la página 142 :” "tanto si buscó fondos para una organización revolucionaria, si los buscó para ayudar a individuos que están en la miseria, o si buscó una solución personal para salir del paso, tiene mi solidaridad y respeto" .
EL ILEGALISMO Y SU “IMPERATIVO CATEGORICO”
Corrían las primeras horas de la noche de aquel 15 de marzo de 1968, cuando en el entre tiempo de la final de la Copa Libertadores de América, que disputaban Nacional y Estudiantes de la Plata, es interrumpida la narración de CX-8, Radio Sarandí, intervenida por un grupo de tupamaros, emitiendo un comunicado de 7 minutos que permanecerá en el aire *, por más de cuarenta, era entonces, la dura y final huelga de la federación autónoma de la carne, en ese comunicado, el MLN, defiende y exhorta a los trabajadores en huelga a saquear supermercados, afirmando que quien lo hace, “procede mucho mas dignamente, que aquellos que permanecen sentados impasibles ante el hambre de sus familias, afirmando, son nuevos métodos de lucha, adecuados a los tiempos actuales, que debería de tener en cuenta la CNT en su actual congreso “Tupamaro es todo aquel que va mas allá de la mera protesta” que no se detiene en leyes , decretos, ni ordenes…” finaliza.
Este comunicado, tenía como “musa inspiradora” la experiencia viva de décadas de formación libertaria en la acción directa, fue de alguna manera, el horcón del medio que expreso la ruptura con el legalismo burgués de los dos grandes partidos reformistas de izquierda de entonces.
Durante esos años, y luego, en los años de plomo ,las organizaciones en armas, que no eran subsidiarias políticas de transnacionales, tuvieron que sobrevivir a la intemperie en la ilegalidad, y aun luego, en ese” corte positivo” de la restauración democrática primaveral(HFH dixit), quienes no se habían beneficiado de la rentas diferenciales de diamantes de Angola, o no tenían trading`s para financiar su salida del ostracismo ,ni siquiera fundaciones socialdemócratas ,debieron de evaluar de inmediato, salir nuevamente a “ meter caño” en cualquiera de sus variantes .
Y eso lo hicieron todos, aunque los demás, no sienten esa pulsión irrefrenable, del “Beto” por desafiar la crematística delictiva narrando historietas, con operaciones más prolijas y menos incruentas, consecuencia de su mejor estructuración organizativa, pues no eran víctimas de ese sincretismo “tupamaro” de darle a estas, cierto estatuto radical en política, una concepción estimulada por ese reduccionismo infantil que confunde estas operaciones asociadas fatalmente a la lucha armada, y no, como estado de necesidad, o en el peor de los casos, un producto envilecido de la misma.
En suma, “no están todas las que son, ni son todas las que están” felizmente.!!
Siempre en el plano de restituir “verdades”. Sin escribir con las vísceras, no seguirle agregando rayas al tigre, se equivoca Maria Urruzola, cuando le adjudica a EFH, la autoría del artículo sobre el insuceso de la tentativa de asalto de la nomina de pasividades del BPS de Parque Posadas.
Aun la infeliz frase, “nodo articulador” no es de autoría, fue de un vecino, testigo presencial e involuntario de esa tragedia circense, desde el sitio que vivía, una “crónica de una muerte anunciada” de ese grupo armado, que era un sincretismo de excluidos, conformado por ex militantes orgánicos del MLN, entusiastas y con poca, o ninguna formación militar, junto a ladrones habituales, también con poca, o ninguna relación pertenencia anterior con ninguna organización.
Esta operación, y el interés del grupo, estaban difundidas, y por algunas influencias, se trato de persuadirlos de no intentar esa operación, pues era demencial, e implicaba riesgos de vida, aun en la hipótesis menos desfavorable.
En todo caso, estos dislates, ya le producían zozobras a EFH, alborotando sus esfínteres, mas allá de lo usual, tenía una vía regular de articulación política con Radaelli y consortes, y el consecuente intercambio informativo, en el cual el, fue siempre un dilecto ambientador del “cambio de figuritas”.
EFH ,que fue aquiescente, pero no principal ambientador de esas operaciones, ya estaba entonces en otra cosa, ya habían proyectos de mayor enjundia y menor riesgo político, con organizaciones guerrilleras ,donde aprovecho adecuadamente, el peso místico del pasado logrando sanear el saqueo fraudulento de los fondos iniciales que ambientaron Mate Amargo, cx 44 y otras capilaridades, dilapidados en gran parte por la afición a los juegos de azar, de un emblemático alcahuete a sus servicio, pero ni aun, en esos años de abundancia, el MLN, o su subsidiaria política, el MPP, contaron con veinte millones de dólares en sus arcas, ese panorama cambia de la primera a segunda década del 2000, cuando ya comienzan a sustanciarse transferencias de valor, a través de una estructura empresarial que se retro alimentaba mediante acuerdos con burócratas de gobiernos aliados
Urruzola, presidida por la cautela, y no es para menos, adjudica a corrillos tupamaros, constataciones que trascienden dicho estatuto, desde el carácter de colaboradora y lanchera de cuarteles, de la primera dama, que le valió ser separada de su organización, como parte de una historia fraudulenta que debía de consumarse.
Sin embargo, estos son hechos subsidiarios, ante lo que intento analizar, a saber, en todos los testimonios y opiniones del libro, salvo la digna posición de Mario Rossi, que habla de la decadencia moral de los auto postulados Jefes Tupamaros, que rompen con una regla de oro, mandar a interpositos actores, a correr los riesgos que ya no están en condiciones de imaginar siquiera, porque ahora son figuras públicas, y menos asumir las consecuencias políticas de los fracasos o muerte de sus enviados, inmoral abuso de representación, al servicio de una imagen pública a costa de la mentira, la simulación o de lo que sea, de la cual son todos cómplices, sin exclusiones.
Y lo que resulta más imperdonable, que recuerda la sentencia de John Huston, que” si matar a un hombre es un crimen, hacerlo con un elefante blanco, es un pecado”, haber manipulado las emociones y la suerte de centenares de ex compañeros, para hacer un contubernio con la impunidad que les diera gobernabilidad, resulta el pecado más ominoso del que se tengan registros en la historia contemporánea.
LA DIMENSION MORAL AUSENTE
Como siempre sucede, cuando se rompe la abulia y la chatura mediática, salen los opinólogos cientificistas, las que todo lo saben, y no encuentran candado donde meter una llave, a sentenciar sobre el anarquismo expropiador y su ruina, y pierden de vista, obviamente por no haber expropiado miserablemente más que el tiempo ajeno, la dimensión moral de quienes intentan denostar.
Confundiendo valor y precio, salen a cajas destempladas, a intentar deslegitimar lo mejor de aquellas épocas de ruptura, quizás sin mayores meritos, que se fundaba en la consecuencia de la palabra comprometida y la acción ejecutada, sin dudas parte del legado libertario que recogen con valentía y lucidez, los viejos libertarios como Rodolfo González Pacheco, expresando desde su columna de carteles en la antorcha , el 3 de mayo de 1921, ¡!Menos escrupulos propietaristas, mas militancia anarquista!! Asi alegaba el “utópico” Gonzalez Pacheco:” El 2 de mayo de 1921 tuvo luego de un enjundioso asalto a la Aduana de la Capital, donde los delincuentes se llevaron una suma muy importante para aquel tiempo: 620.000 pesos. Pero el asunto se descubrió rápidamente por una torpeza del chofer Modesto Armeñanzas y todos los asaltantes -menos tres- cayeron en poder de la policía. En este asalto fue muerto un empleado aduanero. De los once implicados, tres eran realmente delincuentes profesionales y los demás, obreros que hacían sus primeras armas en el delito. Contra lo que sostuvieron algunos diarios, ninguno de ellos era anarquista, aunque el asalto sirvió para reiniciar la polémica entre los anarquistas mismos acerca de si era o no positivo cualquier clase de delito contra la “burguesía” Rodolfo González Pacheco saldrá a la palestra en “La Antorcha” pocos días después para decir en un editorial llamado “Ladrones”, lo siguiente: “desde que se comprobó que la propiedad es un robo, no hay más ladrones a aquí que los propietarios”. Lo único que está por verse es que si los que les roban a ellos no son de la misma data, de una auténtica moral ladrona. Apropiadora. “Declaramos que no tenemos prejuicios respecto de unos ni de otros. Sobre todo, que un prejuicio de esta clase ampararía, más aún de lo que ya están, a los ladronazos clásicos. Porque estos gritan ¡ladrones!, de la misma forma como gritan ¡Patria y Orden!, sólo fin de esconder, tras ese estruendo verbal, el producto de sus grandes robos. Es lo mismo que el salteador de caminos que te descerraja un tiro para asustarte y que una vez asustado, Te desvalija. “No, no, no. Vamos a casos concretos, a realidades. ¿Cuál es el fin del que roba…?” Acaparar. O, cuanto menos, sacarle el cuerpo al trabajo y la esclavitud que es su derivado inmediato. Para librarse de ser esclavo se juegan la libertad. La pierden, generalmente, puesto que en ese jueguito los burgueses son nuestros consumados, y además son ellos los que tienen el naipe y tallan. Y si gana un ladrón chico surge rico, propietario, es decir, llega a ser ladrón grande. “Pero, a pesar de todo esto, y aunque todos son ladrones, estamos más con los ilegales que con los otros. Con los ladroncitos que con los ladronazos.”
Nunca, a lo largo de toda su existencia, aquel Victor Kilbachich de la banda de Bonnot, el Retif de L'Anarchie, el Víctor Serge de los procesos de Moscú, el de la guerra de España, el del trotskismo y el del inevitable gulag estalinista, podría olvidar el hambre atroz que había matado poco a poco a su hermano Raoul, menos resistente que el “detestaba el hambre lenta, de los niños pobres“
Dice Victor Serge, en otro pasaje del libro de Bernard Thomas, con la cuenta regresiva de la guillotina sobre su cabeza : ”la acusación que quería descifrar para la opinión publica una buena novela de conjurados me atribuyo la función e ideólogo, pero tuvo que abandonar ese propósito, en la segunda audiencia. Pensé que vendría la absolución, pero comprendí que en aquel ambiente no era posible, a pesar de una situación totalmente clara, sin ninguna responsabilidad, directa o indirecta, que me incumbiera en aquellos dramas, Yo estaba allí a causa de mi negativa categórica a hablar, es decir, a hacerme delator. Yo destruía las acusaciones con simples detalles, y era fácil, e incomodaba a os culpables “inocentes” al demostrar que la sociedad fabrica el crimen y los criminales, las ideas desesperadas, los suicidas y el dinero venenoso…”
Pag. 252, la belle epoque, la banda de bonnot, Bernard thomas
TATO LOPEZ
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